La adolescencia es la etapa de nuestras vidas donde tratamos de reafirmar nuestra personalidad única e individual.
Una de las mejores formas de hacerlo es rompiendo con todas las normas que nos pongan enfrente.
Razón por la que los jóvenes suelen ver las prohibiciones como retos y barreras que tienen que traspasar. Sin embargo los adultos tenemos más experiencia en la vida, lo que nos da una enorme ventaja. Y el vídeo que se muestra a continuación es una prueba de ello.
En este se nos cuenta la historia de un conserje de instituto, quien a diario tenía que limpiar las marcas de labiales que las adolescentes dejaban en los espejos de los sanitarios y cuando pidió amablemente que dejaran de hacer eso se encontró con el efecto contrario.
Al día siguiente las marcas de carmín en los espejos se habían multiplicado por 2. Por lo que el conserje hizo uso de su ingenio y encontró la solución ideal a su problema.
Si quieres conocer la creativa solución de este señor mira el siguiente vídeo.