Desde que Donald Trump tomó posesión como presidente de Estados Unidos, optó por utilizar “la mano dura” contra Rusia y su presidente Putin.
Según un artículo publicado por The Wall Street Journal, la victoria de Trump en el poder fue aplaudida por Rusia y abucheada en Europa. Una de las razones por la cual Rusia estaba optimista después de las elecciones fue que el actual presidente de EEUU le había prometido a Moscú unión para restablecer el diálogo.
Sin embargo, sólo tardó seis semanas para cambiar su retórica hacia el país eslavo, pues la comunicación no se ha podido dar de manera correcta.
“Creo que los mensajes de que los intentos de Trump de restablecer el diálogo con Moscú han fracasado, son precipitados”, dijo el vicepresidente del Fondo Carnegie en Washington, Andrew Wise.
Probablemente se definan mejor las relaciones ruso-estadounidenses en el futuro, cuando el primer encuentro personal del presidente ruso Vladímir Putin con su homólogo estadounidense Donald Trump, suceda.
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