Debido a que un exmiembro de la Marina tailandesa se quedó sin suficiente oxígeno, murió la noche de ayer.
El vicepresdiente de la provincia de Chiang Rai, Passakorn Boonyaluck, anunció que el hombre había entregado una reserva de oxígeno a los niños, pero que de regreso no tuvo suficiente oxígeno.
“Perdió el conocimiento en el camino de vuelta, su compañero de buceo intentó ayudarle y llevarlo”, precisó el jefe de los comandos de la Marina, Apakorn Yookongkaew.
Mientras tanto Los socorristas están bombeando agua de la cueva para que baje su nivel y que los niños puedan salir de allí sin tener que bucear o haciéndolo en momentos contados.
De momento, un buzo experimentado necesita 11 horas para hacer un viaje de ida y vuelta hasta donde están los niños: seis de ida y cinco de vuelta gracias a la corriente.