De acuerdo a Francisco Antonio España, quien formó parte de un panel sobre Desarrollo Limpio de la Convención de Cambio Climático de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la contaminación y el estilo de vida afectan la salud reproductiva de las personas.
Pese a que no está claro cómo la contaminación afecta a los espermatozoides, algunos investigadores afirman que los componentes de las partículas finas, como los metales pesados y los hidrocarburos aromáticos policíclicos, están relacionados con el daño.
En el caso de las mujeres, al practicarles un estudio a varias policías adscritas al área de tránsito vehicular y se encontraron menores concentraciones de estradiol sérico, que entre otras cosas produce la ovulación, en comparación con mujeres que trabajan en actividades administrativas o burocráticas.
España explicó que los cambios en los actuales estilos de vida inciden también en la fertilidad de las parejas.
Detalló que cuando el cuerpo tiene que procesar elementos químicos, el organismo se pone en crisis, genera un mayor gasto energético y se produce una alteración en sus funciones, en este caso, en la reproducción.
En la República Mexicana, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hay aproximadamente 1.5 millones de parejas que presentan este problema, y menos de 50 por ciento de éstas acude a un especialista para buscar soluciones.