El avión de la compañía Aseman Airlines realizaba un vuelo doméstico entre Teherán y la ciudad de Yasuj y se estrelló 50 minutos después de despegar a 480 kilómetros de la capital iraní.
El departamento de Relaciones Públicas de Aseman precisó a los medios oficiales que los fallecidos son 66, entre ellos un niño, dos pilotos, dos auxiliares de vuelo y dos miembros del personal de seguridad.
El avión que era un ATR de veinte años de antigüedad, chocó contra una montaña llamada Dena, de la cordillera Zagros, cerca de la localidad de Samiron, en el sur de la provincia central de Isfahán.
El portavoz de Emergencia iraní, Moytaba Jaledí, explicó que el avión desapareció del radar por unos 20 minutos después de haber despegado y todo apunta a que al accidente estuvo causado por cuestiones climatológicas: el viento y la niebla.
A la zona del siniestro, las autoridades enviaron helicópteros debido a que al tratarse de una región montañosa, es difícil el acceso a las ambulancias.