Durante cinco años, una jueza y tres magistrados del Poder Judicial (PJE) de Guerrero, encabezados por Vicente Rodríguez Martínez, desecharon el testimonio de una niña de casi tres años de edad, quien detalló los abusos sexuales cometidos hacia ella por su padrastro, pues absolvieron al acusado.
Pese a ello, El Tribunal Federal dio un revés a la decisión de los magistrados del Estado, y finalmente fue condenado, pero sólo a cinco años de prisión, además le otorgaron beneficios como: salidas comunes del penal para realizar supuestos trabajos en favor de la comunidad.
Ante el Ministerio Público, la niña narró que Quintana Campos le tocaba la vagina y la obligaba hacer lo mismo con su pene. La familia de paterna le informó a la madre de la niña, pero no le creyó, dijo que “si la lastimó fue por accidente”.
Debido a lo anterior, los abuelos paternos denunciaron ante las autoridades de la entonces Procuraduría General del Estado (PGE), el caso pasó al Juzgado Tercero Penal.
La juez a cargo era Rosalinda Sáenz Rodríguez, y al pasar tres años (de 2013 a agosto de 2016) para que se emitiera una sentencia, esta resultó ser absolutoria para el violador. De inmediato, la defensa de la víctima apeló la resolución, visitando al Magistrado Vicente Rodríguez, quien minimizó la denuncia y lo consideró como un simple tema por la guardia y custodia.
Después de las denuncias, la casa de la familia paterna de la niña fue atacada por hombres armados acompañados de tres mujeres.
De acuerdo a Yolanda Domínguez Flores, quien trabaja en defensa, orientación y apoyo para las niñas y los niños víctimas de abuso sexual, denunció que el 80 por ciento de abusos sexuales que se comenten contras menores en Guerrero quedan en la impunidad.