El autobús de transporte elevado que anunció China en agosto del año pasado y con el que estaban seguros que se aliviaría gran parte del tráfico del país se ha tornado en un gran fraude.
Huayingkailai, la compañía principal inversora en el proyecto, es sospechosa de recaudación ilegal de fondos e incluso han sido arrestados cerca de 32 sospechosos, así lo dio a conocer la policía de Beijing.
Al parecer esta tecnología habría sido usada para atraer inversores a fin de que adquirieran algunos productos financieros, logrando recaudar miles de millones de yuanes para llevar a cabo su producción aunque en realidad su costo a penas llegó a los 200 millones.
Las ventajas del autobús elevado, y las pruebas realizadas en Quinhuangdao, fueron cuestionadas luego de no permitir que algunos camiones más grandes pudieran pasar, limitando el flujo de vehículos.
Luego de estar inactivo y bloquear el tráfico durante algunos meses, las autoridades de Quinhuangdao finalmente tomaron la decisión de comenzar con la derribación de la pista de prueba de TEB de 300 metros de largo.