Un bebé que llevaba cinco días en coma, despertó y lo primero que hizo fue sonreír al mirar a su padre.
“Es un momento que apreciaré con cada centímetro de mi corazón”, dijo a Emma Labuschagne, la madre de Michael. “Para ser sincera, tiene que ser el momento más feliz de mi vida. Es un milagro viviente y nunca nos hemos sentido más orgullosos de él”.
Los padres de Michael, Emma y Stuart Labuschagne, dijeron en un reportaje a CNN, que quedaron horrorizados cuando descubrieron que su bebé había dejado de respirar en las primeras horas del 16 de marzo.
Michael sufrió un paro cardíaco en su casa, y los paramédicos lo reanimaron con un desfibrilador y le inyectaron adrenalina para estabilizar los latidos de su corazón.
Cuando llegaron al hospital, los médicos colocaron a Michael en un coma inducido médicamente para proteger su cerebro de un daño mayor.
El diagnóstico del pequeño reveló que tenía un tumor que impide el flujo de sangre del corazón, además mide mide 5 centímetros, o aproximadamente 2 pulgadas, de ancho. Eso es enorme en comparación con el pequeño corazón de un bebé, que es aproximadamente del tamaño de su puño.
Emma dijo que a la familia se le dieron dos opciones: esperar para un trasplante de corazón o buscar un cirujano fuera del país.
Fue entonces cuando descubrieron el Boston Children’s Hospital, una instalación de EE.UU. cuyo Programa de Tumor Cardíaco cuenta con una tasa de supervivencia del 100% en los últimos 10 años.
Sin embargo, el viaje no es barato, ya que la cirugía es de aproximadamente US$ 147.000. Esto no incluye otros gastos como viajes, días de trabajo perdidos y costos de recuperación.
Ahora, los padres están recaudando fondos. Emma abrió una cuenta de GoFundMe para recaudar fondos para la cirugía.
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