El director de Normatividad de Administración y Finanzas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Mario Zenteno Santaella, dijo el lunes que el instituto está en “quiebra financiera”.
Lo anterior se debe a que el ISSSTE tiene un pasivo de casi 19 mil millones de pesos, causado por un abandono de los gobiernos anteriores que dejaron de darle recursos y lo desmantelaron.
Por esta razón, el ISSSTE se encuentra en quiebra y sólo puede garantizar su operación hasta julio próximo, advirtió el funcionario al comparecer el 22 de abril ante la Comisión de Salud del Senado.
Otra de las causas que apuntó el funcionario fue el contrato que se tiene con el proveedor SILODISA, que le presta servicios de distribución de medicamentos y material de curación, con vigencia del 6 de junio de 2017 al 5 de junio de 2020, por un monto de tres mil 331 millones. Esta empresa, indicó, le cuesta al instituto 13 mil 370 millones de pesos al año, siendo un servicio que la institución podría llevar a cabo por sí misma.
Así mismo, indicó que el Instituto tiene 200 obras abiertas y en proceso de finiquito, lo que no se ha concretado por irregularidades en el proceso de construcción, “por corrupción de las empresas”.
Zenteno Santaella consideró que es un tema complicado y grave, ya que los gastos de operación del Instituto ascienden a 80 mil millones de pesos, de los cuales, en el tema de servicios personales asciende a 43 mil millones, pero tiene pasivos por casi 19 mil millones.