La fiesta de fin de año que realizan las empresas, es una de las festividades más esperadas y anheladas por los trabajadores, ya que en estas además de rifar aparatos electrodomésticos y tecnológicos, también muchos esperan con ansias esta ocasión para lucir sus mejores oufits, dejando algunos y algunas con la boca abierta.
Hace días salió a la luz un estudio que revela, que la posada en la empresa es la ocasión perfecta para ser infiel o bien, para agarrar pareja, ya que mediante los ligeros coqueteos y el alcohol que sirven uno se arma de valor para llegarle aquel o aquella persona que te gusta.
De acuerdo con una encuesta realizada por Victoria Milán, una de las plataformas online más discretas del mundo para aventuras extra matrimoniales, el 33 por ciento de las mujeres admitió haber coqueteado con compañeros de trabajo en estas fiestas navideñas y el 29 por ciento de ellas piensa ‘flirtear’ más en la próxima celebración.
Por otras parte, el 53% de las mujeres aseguro haberse besado con algún compañero de trabajo en alguna fiesta navideña organizada por la empresa, solo el 18% afirmo haber pasado a otro nivel con algún o alguna compañera de trabajo, es decir, del coqueteo se fueron al sexo.
En el caso de los hombres, el 39 por ciento de los hombres ha coqueteado recientemente en la oficina, y el 60% acabaría en la cama con alguien del trabajo después de la fiesta navideña.
En tanto, el 27 por ciento ha dormido con una compañera de trabajo después de la fiesta mientras que el 55 por ciento besó a alguien durante la festividad.
Por último, sólo el 10 por ciento de los hombres que participaron en la encuesta afirmó que nunca engañaría a su pareja con alguien del trabajo y cuando les preguntaron a ellas, el porcentaje aumentó a 20 por ciento.
“Para algunas personas que tienen relaciones desde hace mucho tiempo, estas fiestas organizadas por la empresa antes de fin de año son la excusa para pasar un rato divertido sin su pareja y volver a experimentar la soltería”, aseguró Sigurd Vedal, fundador y CEO de Victoria Milán. “De hecho, la mayoría de ellos ni se ha acostado con un compañero de trabajo ni se ha dado siquiera un beso, pero casi todos ellos sienten esa necesidad de coquetear y sentirse atractivos enfrente de otras personas diferentes a su pareja”.