El pasado 31 de octubre un profesor de secundaria y un odontólogo, de 31 y 33 años de edad respectivamente, fueron asesinados por policías municipales de Orizaba que persiguieron a uno de ellos porque, supuestamente, evadió un alcoholímetro.
De acuerdo con el reporte oficial de la policía, a las 5:00 horas del 31 de octubre “una camioneta Jeep Blanca a exceso de velocidad en la cual se observan dos personas en el interior” aceleró al ver la patrulla, por lo que iniciaron una persecución y abrieron fuego contra los oficiales.
Según esto, los dos hermanos “se bajaron de la unidad” y uno de ellos “portaba una pistola plateada con negro” con la que disparaba hacia los policías, por lo que “repelieron” la agresión.
Sin embargo, los padres de los jóvenes dijeron que los hechos narrados por los policías eran incorrectos y que la escena había sido manipulada por los agentes.
Román Pérez Martínez, padre de los muchachos, explicó que u esposa Luz María González y su hijo Ernesto, un odontólogo de 33 años de edad que tenía su consultorio en la planta baja de la casa, se encontraban dormidos cuando escucharon detonaciones afuera de su casa.
Ernesto, en ropa interior y descalzo porque estaba durmiendo, alcanzó a observar a su hermano Román herido y con las llaves en la mano, así que salió de la vivienda.
El joven profesor ya se había bajado de su unidad y caminaba hacia la casa mientras que Ernesto se refugió atrás de un Beetle rojo, propiedad de su familia, pero recibió tres disparos en el tórax y el cuello.
De acuerdo con los padres de las víctimas, los cuerpos de los dos profesionistas originalmente habían quedado boca abajo, pero la Policía Municipal alteró la escena dejando los cuerpos boca arriba.
Por su parte, el Ayuntamiento emitió un comunicado oficial en que informa que seis policías fueron presentados a la Fiscalía General del Estado (FGE) para esclarecer el caso, pero no anunció la suspensión del cargo de Juan Ramón Herebia.
Con información de Sin Embargo Mx