Debido a que el peso argentino perdió en los mercados un 14,7 % de su valor ante el dólar estadounidense y aunque el Banco Central de Argentina subió el pasado jueves de 45 a 60 por ciento la tasa de interés, que casi triplica la de Venezuela y alcanza el nivel más alto del mundo, el país sufrió una masiva movilización de maestros y universitarios.
Asimismo el presidente de Argentina, Mauricio Macri, realizó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para adelantar un nuevo desembolso de fondos del crédito de 50 mil millones de dólares concedido en junio pasado y tras los 15 mil millones de dólares ya recibidos en el mes de agosto.
Los mercados argentinos vivieron una jornada muy volátil y de fuertes incrementos luego de que la corrida de cambio monetario cerró en 39.87 pesos por dólar, aunque alcanzó los 42 en varias casas de cambio, lo que marcó la peor depreciación de moneda en el mundo, pese a que había abierto en 34.50 por dólar, durante la semana que finalizó.
De igual forma con el propósito de contener la depreciación, el Banco Central también elevó a 5 puntos porcentuales los encajes bancarios y vendió 330 millones en los últimos minutos de operación. Antes de esta nueva estrategia, la entidad bancaria ya había vendido mil 40 millones de dólares para estabilizar la moneda. Al finalizar el mandato de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015) el cambio era de 9.6 pesos por dólar.
En lo que va de 2018 el peso argentino ha perdido más del 109 % de su valor frente al dólar, especialmente desde mayo pasado, cuando la subida de las tasas de interés en Estados Unidos afectó fuertemente a mercados emergentes como el argentino.