En Lombok, Indonesia, más de 20 mil personas se encuentran sin hogar y hay 236 heridas en estado crítico, según las autoridades, que lamentaron la ausencia de personal médico y de productos básicos.
Por otra parte, el Ministro Coordinador de Política y Asuntos de Seguridad, Wiranto, señaló hoy que los visitantes han sido trasladados en barco a Lombok, donde muchos buscan medios de transporte para partir hacia Bali o Yakarta, informa la agencia Antara.
En total Unos 7 mil turistas han sido evacuados del popular archipiélago de las islas Air, Meno y Trawangan, frente al litoral del noroeste de Lombok.
El terremoto del domingo, de magnitud 6,9, provocó 105 muertos y miles de edificios destruidos, según un nuevo balance oficial publicado este martes. El temblor se produjo sólo una semana después de otro, que el 29 de julio había dejado al menos 17 muertos en esta misma isla volcánica.
Este martes los equipos de rescate seguían buscando el martes a sobrevivientes y personas desaparecidas entre los escombros de las casas, mezquitas y escuelas derruidas del segundo sismo, que se sintió incluso en la isla vecina de Bali, la más turística de este archipiélago del sudeste asiático.
Sutopo Purwo Nugroho, portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres, afirmó que los equipos rescataron a una víctima con vida de una mezquita colapsada en el norte de Lombok, la zona más afectada, con 72 fallecidos. Miles de turistas aguardan en los pasillos del aeropuerto internacional de Mataram, donde muchos hicieron noche, para embarcar en uno de los aviones que salen de Lombok.
El director general del aeropuerto de Lombok informó que las aerolíneas pusieron vuelos suplementarios desde el lunes y que el personal aportaba mantas y comida a las personas presentes en el aeropuerto.
Sin embargo, algunos turistas criticaron la falta de información y las dificultades durante la evacuación, como un un francés que lamentó haberse sentido “abandonado”, “sin ninguna información” durante las 24 horas posteriores al terremoto.
Indonesia, un archipiélago de 17 mil islas e islotes, se sitúa en el llamado “cinturón de fuego” del Pacífico, una zona de fuerte actividad sísmica y volcánica. Aunque el país registra numerosos sismos, la mayoría no son peligrosos.