Médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) extirparon por error el ojo sano a un bebé y desatendieron el padecimiento ocular de otro menor hasta que quedó ciego, por lo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos emitió una recomendación al respecto.
Uno de los casos tuvo lugar en el Hospital General de Zona 8, en Uruapan, Michoacán; el otro en el Hospital de Especialidades Número 2 ubicado en Ciudad Obregón, Sonora.
En el primero de los casos, el menor perdió la vista por falta de un diagnóstico y tratamiento oportunos de una retinopatía, por lo que el padecimiento evolucionó hasta causar la pérdida de la visión, esto en octubre de 2016.
En Sonora, el expediente de la CNDH indicó que el médico que atendió a un bebé le extirpó el ojo derecho en lugar del izquierdo, que presentaba cáncer; se le extrajo el ojo con malignidad y perdió la vista de forma permanente e irreversible, hacia junio de 2015.
En un comunicado la CNDH precisó que en este caso, el médico tratante extirpó el ojo sin considerar las condiciones de vulnerabilidad en atención a la edad del menor, ni tomó en cuenta que dos enfermeras y una anestesióloga le informaron que el ojo que debía extraer era el izquierdo.
En los dos casos, se acreditó que los médicos responsables violentaron los derechos humanos a la protección de la salud y a la integridad física, así como el principio del interés superior de la niñez, precisó el organismo.
Por ello, la Comisión pidió al director general del IMSS reparar integralmente los daños provocados en ambos casos, que incluyen la compensación e indemnización de las familias afectadas y atención psicológica.