Según datos del Departamento de Justicia proporcionados a Kaiser Health News, en los últimos diez meses la administración Trump ha citado al menos a 70 menores de 1 año para que se presenten en tribunales de inmigración y enfrenten solos sus propios procesos de deportación.
Se trata de bebés que no pueden hablar y necesitan estar en contacto frecuente con sus padres, que duermen la siesta varias veces al día, y que, en algunos casos, hasta están todavía en edad de ser amamantados, dijeron expertos médicos.
De acuerdo a datos del Departamento de Justicia muestran que un total de mil 500 niños “no acompañados”, desde recién nacidos hasta los 3 años, han sido llamados a presentarse ante un tribunal de inmigración desde el 1 de octubre de 2015.
Los funcionarios que revisan estos casos de deportación dicen que la mayoría de los niños menores de 1 año cruzan la frontera con un padre y sus casos proceden de manera conjunta.
Pero a algunos se los consideró “no acompañados” solo después de que las autoridades fronterizas los separaron de sus padres por la política de “tolerancia cero” de la administración Trump hacia los inmigrantes. Los niños fueron enviados a instalaciones a lo largo de Estados Unidos bajo la supervisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS).
Es indispensable mencionar que aproximadamente las tres cuartas partes de estos niños están representados por un abogado y tienen que presentar su caso sobre por qué deberían permanecer en Estados Unidos.