La Comisión Nacional de los Derechos Humanos advirtió que la degradación de suelos podría aumentar la pobreza y repercutir negativamente en la estabilidad económica y desarrollo sostenible de nuestra nación.
El 63.02 por ciento de la superficie de México está afectada por la desertificación, de acuerdo con un estudio de la Comisión Nacional Forestal hecho en 2013.
Dado que en dicha área habitan 63 millones de personas, el problema se calificó como grave. Además, “17 de las 20 ciudades más pobladas del país viven en zonas afectadas por procesos de degradación de tierras, sequías y desertificación”.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, la desertificación consiste en la disminución de la capacidad del ecosistema para producir bienes y servicios ambientales que se relaciona directamente con la densidad poblacional, las políticas ambientales y los usos y gestión del suelo.
Finalmente la CNDH hace un llamado para incentivar las prácticas sostenibles de producción en los sectores agrícola y ganadero para aprovechar el alto potencial de recursos con los que cuenta el país, pero de una manera adecuada.