Como se esperaba, la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) decidió incrementar la tasa de referencia, lo que provocará un incremento en los costos de créditos hipotecarios, automotrices, y en los intereses que cobran en las tarjetas de crédito.
Ayer, Banxico elevó 25 puntos base su tasa de interés para ubicarla en 7.50 por ciento desde un previo de 7.25 por ciento, el nivel más alto desde enero de 2009, cuando subió a 7.75 por ciento.
La decisión de aumentar la tasa de referencia fue unánime y es la segunda consecutiva en la que se registra un aumento.
De acuerdo con un análisis del CI Banco, la intención del alza de tasas es dar confianza de que la autoridad monetaria perseguirá el control sobre la inflación, hasta regresarla a su meta, anclando en lo posible las expectativas de inflación en el mediano plazo.
Los riesgos que podrían elevar la inflación son una depreciación de la moneda nacional en respuesta, entre otros factores, a una evolución desfavorable del proceso de negociación del Tratado de Libre Comercio (TLCAN), episodios de choques en los precios de los bienes agropecuarios o que se presenten presiones al alza en los precios de algunos energéticos.
Desde enero de 2017, la inflación ha rebasado el objetivo del Banco de México (Banxico), que es de 3 +/- 1 punto porcentual.
La decisión del Banco de México de elevar la tasa de interés no está en sintonía con la Reserva Federal de Estados Unidos, la cual mantuvo sin cambios las tasas de interés de referencia, entre el 1.25 y el 1.5 por ciento.