Anastasio Hernández Rojas, murió a manos de 12 agentes que le propiciaron una golpiza con toletes y descargas con una pistola eléctrica el 28 de mayo de 2010.
Como parte de un acuerdo extrajudicial, sus familiares recibirán un millón de dólares.
María Puga, esposa del fallecido, indicó no sentirse de acuerdo con ello pues no se aplicará responsabilidad a ninguno de los 12 agentes que provocaron la muerte de su esposo.
Hace un par de años, autoridades judiciales permitieron que no se les aplicaran cargos criminales a los agentes a pesar de que las evidencias mostraban su responsabilidad, así como que Hernández clamaba que dejaran de golpearlo.
El dinero será dividido entre los cinco hijos de Anastasio Hernández Rojas.