José Israel Román Sántiz decidió regresar a Chiapas por ser “mejor que su país” después de ser deportado a su nación en 2013. José Román de 42 años, es originario de Morazán Corinto, El Salvador. Hace tres años, “La Bestia” le arrancó la pierna derecha cuando estaba en Torreón, Coahuila, a pocos km de llegar a la frontera con Estados Unidos. Su extremidad fue mutilada por las ruedas del tren.
“Me aventaron del tren por no pagar la cuota de 1,500 dólares para seguir en el lomo del tren”, comentó José Israel, refiriéndose a los extorsionadores que operan en las rutas del migrante.
Después de caer del tren, unas mujeres lo descubrieron malherido y lo llevaron a un hospital en Torreón, donde quedo internado durante tres meses y fue intervenido quirúrgicamente. “La Bestia”, es el transporte más peligroso y necesario para quienes buscan arribar a la frontera norte de México.
El Gobierno mexicano lo deportó a Centroamérica luego de ser atendido por el Grupo Beta de Protección a Migrantes y el Instituto Nacional de Migración (INM). Lo desnudaron para buscar marcas en su cuerpo y descartar cualquier marca que diera indicio que perteneciera a alguna agrupación delictiva.
Sin embargo, después de ser deportado a El Salvador, inmediatamente regresó para establecerse en Chiapas, donde dice que la gente es buena, pues puede trabajar sin ser molestado.
“Yo vivía en Morazán Corinto. Me dedicaba a la venta de verduras y frutas, pero no podía trabajar libre como aquí, porque allá pagábamos cuotas altas a los delincuentes. Eso desespera. Aquí en México se trabaja libre. En San Cristóbal (Chiapas) me dedico a vender dulces en los semáforos y me va bien” afirmo.
Decidió salirse de su país pues allá si no pagas te matan, lo cual el tener un patrimonio, se convierte en una tarea muy difícil. Aunque comenta tener miedo del gobierno de Donald Trump ya que él está deportando a muchos latinos. “Sólo espero que Enrique Peña Nieto, no haga eco a las propuestas de Trump. Yo estoy muy feliz de estar aquí, he encontrado a una mujer que me ama a pesar de mi discapacidad” concluyó sonriente el salvadoreño.
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